18º SALON INTERNACIONAL DEL COMIC

Otra página dedicada al 50 Aniversario de Snoopy, otra a la colección de Superhéroes, otra al Certamen del Cómic, los horario de emisión de COM Radio, el Taller del Cómic organizado por la Escuela de Cómics Joso, las actividades infantiles en COMITECA, los títulos de las conferenciaas en las diferentes Tablas Redondas realizadas durante los cuatros días y, el resto de páginas del cuaderno, justamente la mitad restante, el listado de todas las novedades que presentan las diferentes editoriales. Hasta aquí hemos puesto en esta página el contenido de la revista de presentación del Salón del Cómic en su edición número 18.

A continuación vamos a explicar experiencias reales y pensamientos, sentimientos, digamos subjetivos, pero basados en un trasfondo real.

Una experiencia real es el denominado actualmente "Overbooking", termino anglosajón que se USA continuamente y que es conocido por casi todo el mundo, referido principalmente a la venta de más pasajes de avión de los que la capacidad de la aeronave tiene.

Normalmente, y sobretodo en los últimos años en que hay "Overbooking", he solido ir al Salón del Cómica, el primer día, el jueves y a primera hora, única manera de pasear tranquilamente por todos los stands de expositores y ver si hay algo que interesa o gusta mirar, o las exposiciones que suele haber. Este año decidí ir el sábado y aunque abren a las 10 de la mañana, me presenté a las 9.30. Ya había una cola de unas mil personas. Cuando se abrió a las 10, empezó a avanzar rápidamente la cola y en siete minutos estaba en la entrada, pero como no había llegado todavía mi mujer y mi hijo, con quienes había quedado, me esperé a que llegarán. A las 10.20 ya habrían entrado unas tres mil personas más. Estuvimos una hora dándo las vueltas a todos los stands del Salón. Cada vez era más díficil ver nada, pues la gente seguía entrando sin parar. En los stands sólo se veían cabezas y espaldas a no ser que armado de paciencia hicieras cuña y poco a poco te introdujeras a medida que otras personas se iban. Cuando salimos, después de una hora, seguía habiendo dos colas larguísimas siseando para ganar espacio dentro del enorme vestíbulo de la estación de Francia y que a pesar de todo, se salían de la misma, una hacia la izquierda que llegaba hasta la entrada del Parque de la Ciudadela y otra hacia la derecha que llegaba hasta la Plaza Palacio. Entre las dos colas debían de haber unas 15.000 personas más a parte de las 5.000 que ya habían entrado mientras dábamos vueltas intentando mirar algo.

Eso es "Overbooking". Yo no me quiero quejar demasiado, pues lo cierto es que a mi me afecta muy poco porque hay muy poco material que no haya podido conseguir en Barcelona entre las muchas tiendas especializadas que hay, o porque como llevo muchos años coleccionando es muy díficil que me encuentre algo, pero hay que reconocer que a pesar de que voy a ver las exposiciones y de paso si encuentro algo que me interese, resulta bastante difícil, o mejor dicho, resulta bastante costoso y pesado, tener que empujar y hacerse sitio para poder ver algo. Hablando con varios expositores conocidos desde hace muchos años, también me explican lo terriblemente cansado que resulta aguantar tal cantidad de gente, jóvenes mayoritariamente que van a pasar el día al Salón, llevándose la mochila con comida y bebida, que miran y tocan todo pero apenas compran nada, cosa nefasta para la economía del expositor que ha pagado su presencia en el Salón movido principalmente por la ilusión de vender.

Este año, al no ir el jueves, me encontré con que había una representación americana con comics antiguos. Miré los expuestos y los que me podían interesar de Superman ya los tenía. Pregunté si tenía comics de Superman de los años 40 o 50, pero me contestó que los que había traído este año ya los vendió el jueves. Maldición. Un año que no vengo el jueves y me ocurre esto. Cosas de la vida. Pude encontrar el JUSTICE LEAGUE OF AMERICA NO.5 que me falta y que sólo lo tengo en los ARCHIVES de la JLA, y, aunque estaba en un estado que en USA se calificaría de Fair, por tener las portadas arrancadas y estropeadas por los bordes, lo compré por 25 dólares (en buen estado no lo hubiera podido comprar). Ese fue el único material que encontré además del recién salido (el día anterior) SUPERMAN PAZ EN LA TIERRA, del que compré un ejemplar para mi y cinco de encargo.

Yo he asistido cada uno de los 18 años que se viene celebrando el Salón Internacional del Cómic de Barcelona y desde luego, bajo mi punto de vista totalmente interesado y subjetivo, muy poca cosa me encuentro cada año, a no ser que sea de procedencia extranjera. Claro, se llama "Salón Internacional del Comic de Barcelona", pero creo que hay muy poca representación internacional y por otra parte, se ha masificado tanto, que no resulta muy agradable visitarlo. Me estoy quejando sin plantear alguna solución, pero la única solución que se me ocurre es inviable, pues sería, que durara más días y que calcularan el número de entradas máximas a vender, controlando las entradas y salidas, de manera que no hubiera nunca más de, por ejemplo 3.000 personas a la vez. Osea una Utopía. Lo práctico: ir el jueves o el viernes con una hora de antelación para entrar de los primeros y abstenerse de ir sábado o domingo salvo que no sea para ir a pasaer entre la gente y encontrarse con amigos y conocidos.

Me quejo de la falta de Internacionalidad. Siempre recordaré uno de los primeros Salones, en el que había más de 25 stands extranjeros, auténtica representación internacional y donde pude conseguir muchas piezas para mi colección de Superman (me gusta coleccionar el mismo comic editado por países diferentes, como habréis podido comprobar en el Museo Temático de Superman).

Hoy en día, el 99 por ciento del material que hay lo puedes encontrar cualquier día en las librerías especializadas y aquí llegamos a un punto importante digno de tomar en consideración. Ciertamente que mi experiencia se debe a que al vivir en Barcelona, dispongo de muchas tiendas el día que quiera. Pero ciertamente, sé, no sólo porque lo dice la lógica, sino porque lo he experimentado directamente con amigos que han venido de otras ciudades donde no hay Salón del Cómic, que para ellos resulta una experiencia fabulosa y no les molesta para nada que haya mucha gente, porque también ven muchos comics a la vez, muchos stands diferentes, aunque cuando llevas mucho rato dando vueltas, te empiezas a dar cuenta de que si hay 100 stands distintos, en casi todos se ofrece el mismo material, hay poca variación. Son muchas tiendas vendiendo lo mismo.

Pero sí, reconozco que a quienes nos gustan loc comics, disfrutamos viendo muchos stands agrupados en una misma ubicación, pero has de venir de otra ciudad, porque en Barcelona, todos los domingos, en el llamado Mercado de San Antonio, entre las 10 y las 13 de la mañana, puedes disfrutar de cientos de stands con venta de comics, libros antiguos, revistas, videojuegos, cromos, predomindando los comics. Son de las propias librerías, que cada domingo tienen allí una ocasión de vender más y eso para el coleccionista es maravilloso, pero eso también hace que para el habitante de Barcelona que busca, que colecciona, lo que ve en el Salón del Cómic, ya lo haya visto antes.

También hay que tomar en consideración que hay muchas representaciones de Fanzines, de personas que quieren ser dibujantes o que ya lo son y buscan una oportunidad de vender su trabajo. En otras ediciones anteriores del Salón, había una división muy visible, de lo que son los stands con venta de material, o las exposiciones y de la parte dedicada al negocio entre editoriales o entre dibujantes y editoriales, que era una parte del Salón cerrada al público en general. Eso se ha ido perdiendo bastante y el Salón del Cómic se ha convertido principalmente en una ocasión más de poder vender comics.

Como cada persona tiene gustos diferentes y por supuesto que la edad marca una diferencia, se puede decir que hay exposiciones que a unos pueden interesar y a otros no. Por ejemplo, este año, a mi personalmente me ha gustado ver la pequeñísima exposición dedicada a los Hermanos Quesada. ¿Porqué? Pues simplemente porque cuando era niño coleccionaba los comics que ellos dibujaban y el tener la ocasión de ver algunos originales o principalmente algunas de las portadas de los comics que compré siendo niño, eso ha movido mis sentimientos de nostalgia. Sin embargo, la exposición de comic erótico, pese a la atracción universal que el erotismo ejerce sobre las personas, no me ha atraido tanto.

No es lo mismo ir a pasar el día al Salón del Cómic con un grupo de amigos, que el ir como coleccionista con intención de encontrar algo y comprarlo para tu colección. Es en el segundo caso cuando resulta muy molesto el "overbooking".

Sin embargo, hay que decir que a pesar de todo, prefiero que haya Salón del Cómic cada año a que no lo haya y que no deja de ser una experiencia cultural muy interesante para todo el mundo, independientemente de la edad que se tenga.

Mi hijo tuvo ocasión de encontrar un videojuego a muy buen precio: Zelda.

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Esta página está dedicada a mi esposa Dolors Cabrera Guillén, fallecida por cáncer el día 12 de marzo de 2007 a las 18.50 y por seguir su última voluntad, ya que conociéndome, antes de morir, me hizo prometerle que no abandonaría la realización de mis páginas web.